15.7.08

MANUSCRITOS DE ECONOMÍA Y FILOSOFÍA I

“INTRODUCCIÓN”




Karl Heinrich Marx

El nombre completo de Carlos Marx es: Karl Heinrich Marx. Nace en Trier, Alemania, el 5 de mayo de 1818 y muere en Londres, el 14 de marzo de 1883 a la edad de 65 años. Nace en el seno de una familia judía de clase media. Realiza estudios de Derecho en la Universidad de Bonn pero los deja para estudiar filosofía en Berlín. Doctorándose en 1841.

La vida prolífica del autor tiene varias facetas ya que fue filósofo, historiador, sociólogo, economista, escritor y pensador socialista. Se le reconoce como el padre teórico del socialismo científico y del comunismo, y junto a Friedrich Engels, es considerado una figura histórica clave para entender la sociedad y la política.

Los “manuscritos económico y filosofía” –también llamados "Cuadernos de París"–, los elabora 3 años después de terminar el doctorado en 1844 a la edad de 26 años, siendo el primer trabajo que inicia sobre la teoría crítica. De manera que algunos analistas de sus obras consideran que en los primeros trabajos aún puede distinguirse la influencia de la izquierda hegeliana en el pensamiento del Marx joven. Porque entiende en su esencia al proletariado como recurso antes que a la economía.[1] Debiéndose parte de su motivación al subdesarrollo alemán tanto en lo económico como en lo político, pues de palabras del propio Marx: ‘somos los contemporáneos filosóficos del presente sin ser sus contemporáneos en la realidad'.[2] Por lo que se avoca a la tarea de hacer una revisión de sus ideas, apoyado en el pensamiento de Feuerbach, de quien toma la crítica positiva, realista y naturalista.[3]

En esta obra el autor describe a lo que su juicio y análisis es la economía y la filosofía. Considera que la enajenación económica y mental es y será –si no se hace algo al respecto– el principal problema de la humanidad; pues el origen de todos los problemas, es el poder del dinero sobre el hombre. Pudiéndose observar a través de la historia cómo unos pocos someten a las grandes mayorías, mediante la perversión sutil de la conducta del hombre mediante la facilitación y promoción para el uso de drogas, alcohol, juegos de azar, etc. Pues saben de la inevitable pérdida de cordura de la gente que no ve nada, menos escucha, y mucho menos piensa. Sociedades completas carentes de la más mínima capacidad de análisis, de la oferta de vida que los dueños de los grandes capitales les hacen concebir en sus mentes. Por lo que, la obra de Marx queda reducida a una construcción determinista en la que el hombre, carente de libertad, no es más que un objeto de la Historia.[4]


Además considera en el caso de la filosofía que su principal problema es y ha sido el que los filósofos se la han pasado tratando de interpretar el mundo, cuando lo que se necesita es transformarlo con la filosofía de la praxis, conocida como “marxismo”, que es la teoría para entender la historia y la acción para transformar la realidad. Pues es Marx el artífice de la fusión de teoría y praxis.[5]


“HOMBRE”


Karl Heinrich Marx

Para Marx la diferencia entre los animales y el hombre, es que el segundo es activo y creador,[6] actuando de acuerdo con las leyes de la belleza,[7] y de manera universal.[8][9] Además considera que la vida física y espiritual del ser humano están ligadas con la naturaleza, pues forma parte de esta;[10] ya que dentro de la naturaleza está también la razón, que es la razón del hombre, y es el hombre el que ha de impulsar el cambio y crear lo nuevo.[11] Porqué la razón es la realización de la autoconciencia racional mediante ella misma,[12] y la autoconciencia es la verdad de la certeza de sí mismo[13] y la conciencia la certeza sensorial, fuerza y entendimiento[14]. De manera qué el hombre se afirma al mundo a través de sus sentidos y pensamientos,[15] ya que el pensar es una propiedad necesaria el ser humano,[16] pero sólo en objetos reales y sensibles, puede exteriorizar su vida.[17] De manera que Marx considera que la esencia humana no es algo inmutable, sino que es un proceso que se da a lo largo del tiempo;[18] y piensa que, el hombre crea continuamente al hombre, pero de una manera ciega, como resultado de la casualidad[19], mientras que Hegel concibe la autogeneración del hombre como un proceso.[20] Pero para Marx solo un ser sensible es un ser verdadero, “un ser real”.[21]

Por otra parte considera que la satisfacción de las necesidades propias de cada individuo constituye la única razón de su acción, viendo en los demás rivales en la lucha por los escasos bienes,[22] pues el hombre en cuanto se hace más pobre, más necesita del dinero para adueñarse del enemigo.[23] Al punto de que la enajenación se da debido al hecho de que el medio de vida no es otra cosa, que el deseo de la posesión de otro.[24] Porqué las acciones del hombre no se dan por azar, sino que se dan de manera enajenada,[25] siendo el hombre quien enajena al hombre[26] Debiéndose esto en gran parte a que el desarrollo del modo de producción tiende a transforma la cultura del hombre, cambiando al hombre mismo.[27]

Para Marx las necesidades básicas del ser humanos son el vestido, la vivienda, y la calefacción[28] –debiéndose considerar la zona fría en la que viva–, sin embargo no hay nada más apremiante que la alimentación y de ahí lo demás. Por eso para él, el hombre, sólo se puede considerar independiente cuando es dueño de si y sólo es dueño de sí en cuanto se debe a si mismo su existencia.[29] –Siendo un ejemplo la familia cuando los hijos, se encuentran bajo el cuidado y atención de los padres–. Sin embargo el hombre necesita constantemente del apoyo de los demás, pero es difícil recibirlo sin pedirlo, debido a la falta de sensibilidad y empatía por parte de la gran mayoría de los seres humanos, los cuales no sueles ser benevolentes.[30] Esto se debe principalmente a que el hombre expresa con los demás la relación que tiene consigo mismo[31], es decir no puede vivir en paz y armonía con los demás si dentro de él no las tiene.

De manera que concluye que el hombre real es lo que la sociedad concreta hace de él,[32] siendo el trabajo la forma de cómo el hombre le da sentido a su vida, pues este se desdobla no solo intelectualmente, como en la conciencia, sino activa y realmente, y se contempla a sí mismo en un mundo creado.[33] Siendo la pasión la fuerza esencial del hombre que canaliza hacia el objeto de su interés.[34]

Autor del Ensayo: M:.M:. Miguel A. Rodríguez F.

[1] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 10.
[2] Ibid., p. 9.
[3] Ibid., p. 11.
[4] Ibid., p. 24.
[5] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 23.
[6] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 27.
[7] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 112.
[8] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 30.
[9] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 112.
[10] Ibid., p. 111.
[11] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 12.
[12] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 186
[13] Ibid., p. 186.
[14] Ibid., p. 186.
[15] p. 149.
[16] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 30.
[17] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 194.
[18] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 32.
[19] Ibid., p. 27.
[20] Ibid., p. 32.
[21] Ibid., P. 29.
[22] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 34.
[23] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, pp. 156-157.
[24]Ibid., p. 166.
[25] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 34.
[26] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 113.
[27] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 33.
[28] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 92.
[29] Ibid., p. 154.
[30] Ibid., p. 170.
[31] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 33.
[32] RUBIO, LL. F., Karl Heinrich Marx en Manuscritos económico y filosofía Marx C.H., p. 32
[33] MARX, C. H. Manuscritos economía y filosofía, p. 112.
[34] Ibid., p. 195.


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