22.3.08

TRANSMUTACIÓN QUIMERICA

Trabajo Presentado por el AP:.M:. J.S.E.Z.




Q:.H:. el trabajo que hoy os presento, es la intersección de tres líneas trazadas en el tiempo y el espacio, resultado de la generación-construcción del G:.A:.D:.U:. no puede ser otra cosa que eso, ya que en el tiempo, la inspiración llego de un trabajo Anónimo leído y reflexionado tiempo atrás, antes de mi E:.V:.. Otro trabajo es el de mi Q:.H:. Carlos Villatoro, La Primera Gran Guerra, como resultado de sus impresiones sobre la iniciación. Y finalmente un tercero, el cual no menciono ni hago alusión de el pero si absolutamente digno de mencionar: La respuesta de Pitágoras (alusivo a lo que el encuentra y responde al serle cuestionado después de su iniciación masónica y habiendo respondido: “NADA, no encontré NADA”). Apenas encontrado y leído por su servidor unos días atrás y el cual compartí con dos hermanos que me habían proporcionado su correo electrónico. Esta trilogía de trabajos, el Anónimo, el Burilado La Primera Gran Guerra y el de Pitágoras, trazando tres líneas en el espacio y el “tiempo” tuvieron su punto de intersección en mí, resultando en lo que hoy comparto con ustedes y que concluyo modestamente.

El Anónimo:

El profesor X salió dispuesto a apreciar el arte que exhibía la más vanguardista sala de la ciudad, inaugurada recientemente. Sobre una columna, una urna lucía lo que parecía ser una vasija de cristal con un líquido azul dentro. En la placa de la base decía: mar sereno. El profesor rodea la columna, se interesa por la obra, y se acerca al autor.

¿Podría describirme su obra? Por supuesto. Esto es sólo arte. Se trata de convertir esta vasija de cristal en el mar, consiguiéndolo a través de llenarlo con una arena azul que no altera la composición de la vasija, pero transforma su sustancia.

¿Se refiere a su aspecto? No. Me refiero a su sustancia, es decir, a la captación de la esencia del mar a través de unos cuerpos que nada tienen que ver con él. Es la idealización en sí misma, frente a la realidad de una vasija.

¿Una especie de simbolismo, entonces? Tampoco. Es una nueva forma de arte. Aquí está el mar. Esto es ahora un mar, dejó de ser lo que era, una vasija con arena azul, para adquirir la composición física del mar.

Pero yo solo veo una copa llena de algo azul...Y eso es lo que ha de ver. No se pretende cambiar la apariencia, sino crear a partir de ella algo que nos evoque una cosa determinada, en este caso el mar.

¿Y si no me lo evoca? ¿Cómo puedo yo saber que eso es el mar? Porque ha dejado de ser una vasija de arena azul desde el momento en que yo lo he transformado.

¿No es un poco fantástico lo que se pretende? ¿Cómo puede demostrar esa transformación? ¿Por qué yo solo veo lo que veo? Sólo los que tienen una sensibilidad artística pueden percibir la transformación, que es de tipo espiritual.

¿Cómo se da ese cambio ideal-espiritual? Es complejo explicarlo. En primer lugar solo el artista lo puede hacer, atendiendo a lo no captable por el ojo humano. Es como cuando oye usted una sinfonía que le agrada. No ve las notas pero ellas configuran la melodía en su percepción sensorial y sensitiva.

Desde luego entiendo lo que dice, pero no me convence que esto que usted hizo sea el mar ni ninguna forma de arte si no puedo percibir lo que usted asegura que hizo. El profesor dio por satisfecho su interés sobre la obra, siguió recorriendo los pasillos de la sala, pero no logró encontrar esa esencia de que habló el artista, y regresó a su hogar meditando si sería que su espíritu le había jugado una mala pasada, o si le habían intentado tomar el pelo descaradamente.

En conclusión:

Lo que hoy he querido mostrar, es alegórico de la impresión que muchas veces se presume el Iniciado, cuando se le destapan los ojos cubiertos por la venda que le impedía ver, muchas veces lo que ve no es precisamente lo que espera, entonces un caudal de reflexiones impresiona a su espíritu y sus sentidos procurando interpretar de que se trata todo lo que el ve y encuentra, y que no es eso precisamente lo que el esperaba, sin embargo, la semilla ha sido sembrada, quienes tienen la semilla, el germen del masón pueden comprender con el tiempo, que lo que ahí han encontrado y es precisamente lo que tanto han buscado y por sus frutos serán reconocidos.

Increíblemente, como quimera1, hemos visto ya ejemplo, que en algunos de nuestros queridos hermanos iniciados, específicamente en su primer burilado: La Primera Gran Guerra, del hermano Carlos Villatoro, como nos narra la descripción de una bestia que habita en su interior y que está siempre al acecho de si mismo, al descubrir esta bestia el propone su caza, resultando que el es bestia y cazador, sin embargo es su quimera, que le habrá de permitir su transmutación, una transmutación Quimérica, por que tiene “Fe” en sus “Ideales”, “Esperanza” en realizarlos, por Amor así mismo, a sus semejantes y a la Humanidad.


1 quimera. (Del lat. chimaera, y este del gr. χίμαιρα, animal fabuloso). f. Monstruo imaginario que, según la fábula, vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón. 2. Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo. 3. Pendencia, riña o contienda.




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